Por Marina Navarro
Cuando el circuito de Buenos Aires se torna cerrado, y las propuestas son siempre las mismas, las alternativas parecen pocas. Por eso Casa Brandon, se propone como una opción diferente en la movida gay. La idea surgió hace seis años y casa Brandon empezó siendo el nombre de fiestas de temática gay. Al principio alquilábamos salones y armábamos las fiestas, la gente se iba enterando de boca en boca. La idea era ver si podíamos disfrutar todos juntos de un mismo espacio, cuenta Marcela Canvese su fundadora. Las fiestas crecieron, se empieza a hacer conocido el nombre Brandon en el circuito Gay, organizan ciclos de cine gay, y la propuesta que originalmente era solo de fiestas, se va ampliando. Brandon empieza a crecer, no entrábamos y nos íbamos de un lugar a otro. Primero a un lugar más amplio, después como nos quedaba chico ése también a un lugar más grande, por entonces ya pensábamos en un espacio propio. No sólo para las fiestas sino también para otras actividades, aparte el lugar ya era conocido. Y en medio de todo esto nos agarra Cromañon y nos quedamos sin lugar para hacer las fiestas. Nos ponemos a buscar y surge este lugar, la casa Brandon en la que estamos hace un año.
Casa Brandon es literalmente una casa. Desde afuera se la ve, pintada en tonos pastel, un portón amplio protegido por una reja, a un costado el timbre. Apenas entras un hall que hace las veces de recibidor, el living ambientado con sillones y almohadones de figuras de muñecos y las paredes cubiertas por pinturas de algún artista que este exponiendo ese mes. Más adelanten una suerte de entrepiso, la barra y subiendo la escalera, el salón de baile. Un ambiente completamente despojado, el piso es de mosaicos en negro y blanco, sillones a los costados y dos amplios ventanales completan el lugar. Otro entrepiso más, a la derecha la cabina del disc-jockey, y a la izquierda mesas para comer, ya sea la ocasión el almuerzo o la cena. Hay un menú fijo y el restaurant funciona durante toda la semana al igual que las actividades de la casa. Hay además ciclos especiales de series, cine y literatura gay.
Un detalle, todavía no se preguntaron: ¿Por qué Brandon?, bueno el nombre tampoco esta librado al azar: Hay una peli que se llama Boys don’t cry, que es una historia verídica de una chica que al nacer la llamas Tina Brandon, pero el nombre no tenía que ver con su identidad, así que decide hacerse llamar por el apellido. A Brandon lo matan y la idea del nombre es de alguna manera reivindicar y homenajear su lucha por la libertad, por la posibilidad de elegir la propia identidad. Nos gustó la idea de que fuera un nombre personal, digamos yo puedo ser Brandon, vos podes ser Brandon, eso significa que podes ser libre, que podes elegir tu forma de vida y además poder ser parte de este proyecto, esa es la idea.
Cuando el circuito de Buenos Aires se torna cerrado, y las propuestas son siempre las mismas, las alternativas parecen pocas. Por eso Casa Brandon, se propone como una opción diferente en la movida gay. La idea surgió hace seis años y casa Brandon empezó siendo el nombre de fiestas de temática gay. Al principio alquilábamos salones y armábamos las fiestas, la gente se iba enterando de boca en boca. La idea era ver si podíamos disfrutar todos juntos de un mismo espacio, cuenta Marcela Canvese su fundadora. Las fiestas crecieron, se empieza a hacer conocido el nombre Brandon en el circuito Gay, organizan ciclos de cine gay, y la propuesta que originalmente era solo de fiestas, se va ampliando. Brandon empieza a crecer, no entrábamos y nos íbamos de un lugar a otro. Primero a un lugar más amplio, después como nos quedaba chico ése también a un lugar más grande, por entonces ya pensábamos en un espacio propio. No sólo para las fiestas sino también para otras actividades, aparte el lugar ya era conocido. Y en medio de todo esto nos agarra Cromañon y nos quedamos sin lugar para hacer las fiestas. Nos ponemos a buscar y surge este lugar, la casa Brandon en la que estamos hace un año.
Casa Brandon es literalmente una casa. Desde afuera se la ve, pintada en tonos pastel, un portón amplio protegido por una reja, a un costado el timbre. Apenas entras un hall que hace las veces de recibidor, el living ambientado con sillones y almohadones de figuras de muñecos y las paredes cubiertas por pinturas de algún artista que este exponiendo ese mes. Más adelanten una suerte de entrepiso, la barra y subiendo la escalera, el salón de baile. Un ambiente completamente despojado, el piso es de mosaicos en negro y blanco, sillones a los costados y dos amplios ventanales completan el lugar. Otro entrepiso más, a la derecha la cabina del disc-jockey, y a la izquierda mesas para comer, ya sea la ocasión el almuerzo o la cena. Hay un menú fijo y el restaurant funciona durante toda la semana al igual que las actividades de la casa. Hay además ciclos especiales de series, cine y literatura gay.
Un detalle, todavía no se preguntaron: ¿Por qué Brandon?, bueno el nombre tampoco esta librado al azar: Hay una peli que se llama Boys don’t cry, que es una historia verídica de una chica que al nacer la llamas Tina Brandon, pero el nombre no tenía que ver con su identidad, así que decide hacerse llamar por el apellido. A Brandon lo matan y la idea del nombre es de alguna manera reivindicar y homenajear su lucha por la libertad, por la posibilidad de elegir la propia identidad. Nos gustó la idea de que fuera un nombre personal, digamos yo puedo ser Brandon, vos podes ser Brandon, eso significa que podes ser libre, que podes elegir tu forma de vida y además poder ser parte de este proyecto, esa es la idea.
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